Cuando perdemos la paciencia como padres 1.


Cuando perdemos la paciencia como padres.


Muchos padres y madres hemos dicho alguna vez: “¡No tengo paciencia con mi hijo!”
¿Qué nos hace pensar eso? y la respuesta, viene casi siempre con la misma historia: “Al pedir que a los hijos obedezcan, tratamos de hablar con ellos explicándoles, intentando motivarlos, y los niños simplemente no hacen caso" y por más que intentamos tener paciencia y seguir pidiéndoles por favor que obedezcan, terminamos perdiendo la compostura gritándoles, regañándolos, castigándoles o incluso pagándoles, lo cual no sólo hace sentir mal a los niños, sino que  también los padres terminamos con gran remordimiento”.
¿Cómo podemos decir que no les tenemos paciencia si pedimos una y otra vez a los hijos que hagan caso? ¡para eso se necesita mucha paciencia!
Hay que ser comprensivos con nosotros mismos, la paciencia también tiene un límite, el problema aquí no es si los padres carecemos o no de paciencia, más bien el problema es que tenemos tanta paciencia que nos impide darnos cuenta cuando una táctica simplemente no sirve para guiar la conducta de los hijos, e insistimos e insistimos, hasta que claro se nos acaba la paciencia y terminamos explotando, empeorando aún más la situación.
Imagínate que tú como adulto, debes pintar tu casa y solo tienes un cepillo de zapatos y un bote con ¼ de litro de pintura.
¿Crees acaso que lo ideal sería ser paciente y esforzarte por hacer el trabajo con ese pequeño cepillo?
¿Crees que te quedará bien hecho tu trabajo?
¿O lo mejor será buscar herramientas que te ayuden hacer tu trabajo más rápido y mejor? De dónde sacamos los padres modernos que debemos ser prácticamente unos mártires. Pues déjame decirte que lo sacamos de un mal entendido, desde hace mucho tiempo varios profesionales han hablado de la importancia de la comunicación respeto y tolerancia hacia los hijos como “Disciplina positiva” donde entendimos como padres que debemos tolerar todas las malas conductas de los hijos y esperar que ellos quieran hacer caso, y realmente nos lo explicaron mal, o no completamente o nosotros entendimos mal o recibimos incompleta la información. Este método es muy bueno y habla del respeto y de la firmeza, que es muy diferente al aguanta le todo a tu hijo, uno de los principales inspiradores que tiene el modelo de la disciplina positiva,  Alfred Adler habló de la importancia de la crianza respetuosa pero también fue él quien Indicó que sobreproteger un hijo es la principal forma de volverlo un inválido de verdad, y no hay peor forma de sobreproteger a un niño que dejarle pasar sus conductas negativas por querer que no sufra y que no sepa lo que es la frustración.

En ocasiones llegas a perder la paciencia y tratas a tus hijos de una forma que no es la ideal no te sientas mal, esto es más común de lo que te imaginas, por suerte existen alternativas para que tu soluciones este problema y puedas disfrutar de tus hijos y de tu vida tal y como te lo mereces. La falta de paciencia es únicamente un síntoma que indica que la forma en la que estamos intentando disciplinar a los hijos es inadecuada.

Muchos padres y madres no quieren que sus hijos se frustren pues creen que sí lo hacen sus hijos sufrirán demasiado y lo dejarán traumado, sin embargo esa actitud de querer ser extremadamente bondadosos puede ser una crueldad, porque nos guste o no pensar que la vida es maravillosa es algo lejano a la realidad, por que está llena de frustraciones, de castigos, llena de autoridades, de esfuerzos dolorosos, llena de reglas, de personas y situaciones que no tienen paciencia y muchas más cosas difíciles entonces imaginemos a alguien que crece sin conocer ninguna de estas experiencias 
¿Cómo va a lograr enfrentarse a este mundo? Sabes que simplemente no lo va a hacer. Por eso en la actualidad hay tanta mediocridad, tantos fracasos, tanto miedo y dime, ¿Tú crees que querer a tu hijo es permitirle que crezca desarrollando esas características? Tan sólo ve a las personas más exitosas triunfadoras y sobretodo felices y te vas a dar cuenta que tuvieron que pasar por periodos de frustración de esfuerzo y presión, pues “un carbón nunca se volverá diamante sin la presión adecuada”, no pienses que estoy diciendo que hay que ser explotadores con los hijos, pues el equilibrio y la templanza es lo ideal, al ser firme y disciplinado, como padre, estás demostrando amor a tu hijo, la diversión, la compasión y la tolerancia también son importantes pues así como ser demasiado blando hace mediocres e insatisfechos a los niños, al ser demasiado duro hace a los hijos obsesivos e igualmente insatisfechos siendo así más propensos a problemas de salud mental e incluso física por eso mantener el equilibrio y lograr que la firmeza y disciplina se vuelvan realmente una forma de dar amor y ser un padre o madre comprensivos tiene su lugar y su momento, cuando tu hijo tenga un mal comportamiento por primera vez o cuando te des cuenta que está berrinchudo por falta de sueño o por hambre o porque tiene una emoción negativa que no puede expresar, si hay que ser comprensivos, escucharlo y ayudarle a encontrar formas alternativas para comunicar su malestar que sean más aceptables en estos casos se le puede hablar con amor con cariño, hacerlo sentir bien, pero si vemos que esta situación se repite ya no podemos aplicar el mismo método sino que hay que empezar a implementar consecuencias recordemos: consecuencias muy diferente a castigos, hay que comunicarse con respeto pero firmeza nada de cariñitos ni palabras dulces pues tu tono ayudará entender que ese comportamiento no es aceptable, mientras sin partes la consecuencia hay que permanecer en esa actitud hasta terminar.


Apoyarnos entre Padres, es el primer paso para impulsar a nuestros hijos.








Comentarios

Entradas más populares de este blog

SILABARIO PARA RECORTAR.

CONTEO. Plantilla para recortar

Flores Matemáticas SUMA